Una de las mejores vistas del Alto Mijares desde la Peña Saganta
La Peña Saganta, en el Alto Mijares, es casi una desconocida. Esta ruta nos adentra en un silencioso paraje para descubrir su encanto. Atraviesa barrancos y, también, senderos aéreos. Siempre con predominio del matorral. Ofrece una vista excepcional al Peñagolosa y la Sierra de Espadán, así como sobre la Rambla de Ayódar
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Nos desplazamos a Castellón. Ahí, al norte de la Sierra de Espadán, se encuentra la ruta circular a la Peña Saganta. Parte desde Espadilla siguiendo el sendero de pequeño recorrido PR-CV 314. Esta tranquila población del Alto Mijares está coronada por su castillo medieval. Es de origen árabe y data del siglo XII. Durante el recorrido, disfrutamos de una variedad de paisajes y lugares:
- El Jardín Botánico de Espadilla, con sus merenderos.
- El ascenso por el Barranco de la Piqueta, con la visita a su fuente.
- El Paraje de La Olla, un coscojar con vistas a la Peña Saganta y el Embalse del Sitjar.
- Las vistas al Peñagolosa.
- La subida a la Peña Saganta con sus 723 metros.
- La visita a las ruinas del Castillo de Espadilla.

Estas tierras han renacido de sus cenizas. ¡Literalmente! En el verano de 1980, un rayo provocaba un incendio que quemaba toda la montaña de Saganta. Perdía así su vegetación. Sobre todo, monte bajo y Pinos Carrascos (Pinus halepensis). En la zona sur: algo de Pino Rodeno (Pinus pinaster). Y también alcornoques y carrascas. 14 años después, en 1994 un tormenta seca generaba un desastre mayor. El conocido como incendio de Ayódar calcinaba casi 20.000 hectáreas. Una gran parte dentro del Parque Natural de la Sierra de Espadán.

Como consecuencia de estos incendios, en la zona abunda el matorral con algunos pinos aislados. Han crecido en abundancia las plantas aromáticas como el romero. Alcanzando un tamaño considerable en algunos casos. También hay coscojas, aliagas y jaras. En las zonas de umbría es donde más ha proliferado la masa boscosa. Aunque la mayoría de ejemplares son jóvenes. Aún de pequeño tamaño.
El día está nuboso y algo de niebla. Sabemos que nos dificultará las vistas. Aún así, los KINAUTAS decidimos subir a la Peña Saganta. Y descubrir esta joya desconocida del Alto Mijares, eclipsada por la fama de la Sierra de Espadán.
Ascenso de Espadilla hasta La Olla
Iniciamos nuestro día de ruta en el polideportivo de Espadilla. Pasamos el Jardin Botánico y tomamos la pista. Decidimos hacer la subida por la Fuente de la Piqueta. Hasta ahí el camino coincide con el GR-333. Este sendero de gran recorrido se desvía a Torrechiva. Seguimos las marcas amarillas y blancas, en continuo ascenso por el Barranco de la Piqueta.




Tras poco más de dos kilómetros y medio llegamos al paraje de La Olla. Mientras vamos subiendo, tenemos diferentes perspectivas del castillo. Cuando estamos a cierta altura comenzamos a ver el Peñagolosa. Su imagen, al noroeste, nos acompaña gran parte del camino.

Sube y baja hasta la Peña Saganta
Los próximos dos kilómetros vamos en sube y baja hacia la cima. Primero vamos en descenso hasta alcanzar el Barranco de las Carboneras. Allí, se desvía el Camino de Solana a Ayódar. Luego, volvemos a subir los metros perdidos. Vamos hacia el desvío que lleva a la Peña Saganta. En apenas un kilómetro estamos en el vertiginoso cortado.





Esta pared vertical de la Peña Saganta es un balcón natural sobre el río Pequeño o río Chico. Con una buena panorámica de Espadilla. El río Mijares baña poblaciones vecinas como Toga o Vallat. Al este: el Turio, Fanzara y el embalse del Sitjar. Al noroeste: Argelita, el Castillo de Villamalefa y el imponente macizo del Peñagolosa.

Descendiendo por la Cova Llarga
Volvemos al desvío. Ahora toca la bajada. Los siguientes dos kilómetros es un descenso sin tregua por el paraje de la Cova Llarga. A mitad, nos encontramos con otro desvío a Ayódar. Este va hacia el sur paralelo al Río Pequeño.





Llaneando por la Peña Larga hasta Espadilla
Nosotros continuamos hacia La Peña Larga, al norte. Realizamos un trayecto con poca pendiente hasta llegar al desvío del castillo. Toda esta zona de umbría está más arbolada. Llegando nuevamente al Barranco de las Carboneras, se ve un túnel.


Forma parte de la Central Hidráulica de Vallat. Una tubería de presión conduce el agua desde Cirat hasta Vallat. Cruzando el barranco, un estrecho sendero se desvía por este túnel. Y se une más adelante al camino que baja a Espadilla. Este camino no está homologado y tiene peligro de caída.

Nosotros seguimos por el PR-CV 314. Pasamos por el desvío al Castillo de Espadilla (543 metros). Para visitarlo se recorre menos de un kilómetro. El camino salva un desnivel de poco más de 100 metros. El tramo final es bastante escarpado y aéreo. Por este motivo, dispone de una cuerda para facilitar el acceso.

Continuamos hacia el pueblo. Realizamos los últimos metros descendiendo. Sucesivas lazadas nos llevan detrás del polideportivo. Lugar donde empezamos la ruta por la mañana.
