Una ruta para pasar el día en Montanejos con niños
Montanejos es un paraíso natural de la Comunidad Valenciana. Esta ruta del agua es un paseo que encanta a niños y mayores. Nos lleva a la Fuente de los Baños. Un precioso paraje con aguas termales donde el baño es agradable todo el año. También visita el abrigo de Rufino, la Presa de Cirat y los Estrechos de Chillapájaros
Compártelo en:
Montanejos, en el interior de la provincia de Castellón, es sinónimo de aguas termales. Este pueblo del Alto Mijares es el de la Fuente de los Baños. Un paraje muy popular en la zona. Su nombre le viene que ni pintado. Por una parte destaca su fuente, catalogada como Bien de Relevancia Local. Por otra, las fuentes termales hacen que el baño en sus piscinas naturales sea agradable durante todo el año. ¡El agua se mantiene a una temperatura de 25 grados!
No es su único encanto. El río Mijares, que nace en la sierra de Gúdar (Teruel), es uno de ellos. A su paso por Montanejos crea lugares que invitan a la contemplación del paisaje. Hay numerosas zonas de descanso y áreas recreativas. Otro atractivo es el cercano Embalse de Arenós. Este embalse de Montanejos regula el caudal del Mijares. También es interesante ir al aliviadero de la Presa de Arenoso. La popular ruta de Los Estrechos pasa por este punto. No confundidla con el Sendero de la Presa de los Estrechos. Esta es mucho más sencilla. Y la que os contamos en esta ocasión.
Esta ruta del agua es de baja dificultad. Recorremos la Senda de la Presa de los Estrechos que forma parte del Sendero Familiar. Se trata de un paseo corto, ideal para niños de todas las edades. Es una de las mejores rutas de senderismo de Montanejos. Además, nos deja tiempo para disfrutar del entorno. ¡Nos encanta pasar el día en Montanejos en plan relax!
De "campo y playa" en Montanejos
El punto fuerte de la ruta es la Fuente de los Baños. Hay un camino que va directo al paraje. Este parte del mismo parking de la Fuente de los Baños. Y baja hasta la zona de baño. Otra opción es iniciar el paseo desde el Hotel Rosaleda. Y alargar el paseo caminando por el cauce del río. Nosotros empezamos esta ruta del agua de Montanejos en el aparcamiento del polideportivo. Ahí mismo, tenemos un área recreativa junto al Mijares.
Decidimos recorrer este paraíso sin prisas. Estamos rodeados de pinadas, boj, coscoja, lentisco, bosque de ribera, cañas, plantas aromáticas... Entre tanta vegetación, playas de agua dulce. Y muchos rincones sorprendentes. La ruta comienza por camino pavimentado. Unos metros adelante, cruzamos el primer puente. Se nota que es primavera. En el agua se ven peces de todos los tamaños. Sobre todo, carpas y otras especies foráneas de agua dulce. Van nadando en grupos. Parecen agrupados por familia.
Cruzaremos dos pasarelas más antes de llegar a la Fuente de los Baños. Es importante prestar atención a la normativa. Diversos paneles nos informan de las medidas a tomar para la conservación de este entorno natural. El agua es la protagonista en toda esta parte del camino. Una vez en el paraje, las pozas cristalinas invitan a bañarse.
En las cercanías, hay merenderos y una caseta con aseos. Y, por supuesto, la Fuente de los Baños. Tenemos la tentación de quedarnos aquí a pasar el día. Desde luego, es el mejor lugar de Montanejos. Pero decimos explorar un poco más.
Por el Sendero Familiar hacia el abrigo de Rufino
Retrociendo unos metros, encontramos un desvío a la izquierda. Está señalizado como Sendero Familiar. Es un camino de tierra, pero con poco desnivel. Esta marcado con dos líneas blancas. Nos lleva en primer lugar al abrigo de Rufino. Se trata de una cueva natural de toba calcárea. Se trata de una roca caliza muy porosa.
Luego, el camino se va estrechando conforme se acerca al río. Debido a la mayor humedad, hay un cambio en la vegetación. Enseguida estamos en la Presa de Cirat. Aunque es más conocida como la Presa de Los Estrechos. Debemos pasar por una puerta metálica. A esta presa bajan unas escaleras desde la carretera CV-20, un poco antes de la entrada al túnel. Desde aquí, las vistas del Estrecho de Chillapájaros son espectaculares.
Salimos de la presa y subimos por unas escaleras. Seguimos por la senda hacia los Estrechos de Chillapájaros. Atravesamos un túnel y continuamos hasta que el camino nos lo permite. La señalización marca el fin del camino. Aquí, las golondrinas y los vencejos canturrean durante el cortejo. Los sonidos rutumban al chocar en las rocas. De ahí, le viene el nombre a este Estrecho de Chillapájaros. El camino de vuelta lo realizamos desandando nuestros pasos.