Un paraje natural de aguas turquesa para refrescarse en verano
El Charco Azul en Chulilla es un idílico remanso de aguas turquesa. Es ideal para ir con niños y bañarse en verano. La ruta que nos lleva a esta piscina natural es sencilla. Bordea agradablemente el río Turia desde el interior del cañón. En el regreso caminamos sobre las obras para la generación de energía hidroeléctrica
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El municipio de Chulilla en la comarca de Los Serranos es uno de los lugares más encantadores de la Comunidad Valenciana. Hacer turismo aquí es una gozada ya que tenemos muchas cosas para ver. A pesar del incendio de 2012, la zona se está recuperando poco a poco, y tenemos muchos rincones naturales por los que pasear.
¿Qué ver en Chulilla?
- El casco histórico, con sus casas blancas y la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles, de estilo barroco
- El Castillo de Chulilla de origen islámico
- Los Puentes Colgantes en el Cañón del Turia
- El paraje del Charco Azul, un remanso de agua al inicio del cañón
- Las cuevas del Tesoro y del Gollizno
- Las pinturas rupestres del Barranco de Falfiguera
Tenemos bastantes opciones de senderismo y escalada en Chulilla. Entre las rutas para conocer andando el entorno de este municipio destacan dos:
- la ruta de los Puentes Colgantes de Chulilla
- la ruta de senderismo del Charco Azul, es el SL-CV 74 que os contamos a continuación
Este itinerario es de escasa dificultad. Y se puede realizar perfectamente con niños. Durante la mayor parte del recorrido caminamos cerca del río Turia. En el entorno hay varios remansos en los que bañarse. El más conocido es este del Charco Azul. Pero hay otros como el Remanso de las Mulas o La Peña Judía.
El Charco Azul: cómo llegar a la piscina natural de Chulilla
Hay un pequeño sitio de aparcamiento cerca del inicio. Así lo indicamos en el plano de la ruta. Pero en esta ocasión, dejamos el coche en el parking a las afueras de Chulilla. El que está entrando por el norte. Vamos andando hacia la Plaza de La Baronía. Allí, encontramos los primeros carteles. Indican el camino hacia el Charco Azul y Las Cuevas. El sendero es local. Por tanto, encontramos en el camino las típicas señales blancas y verdes.
Antes de bajar callejeando hacia el río, cruzamos hacia el sur. Desde ahí, nos asomamos a la barandilla. Tenemos un excelente mirador donde hacer una fotos perfectas de Chulilla con el castillo. También se observa parte del recorrido. El río lleva poca agua, debido a las canalizaciones para el aprovechamiento hidroeléctrico.
Volvemos atrás para descender por una calle empinada. Llegamos a una casa inconfundible con un gran portón azul. De ahí, bajamos pasando por delante de la Casa Rural Serena. Llegamos a una pequeña explanada de tierra donde es posible dejar el coche. Varios paneles informativos muestran las rutas de Chulilla y las zonas de escalada.
La senda es amplia y cómoda en sus inicios. Nos ofrece una visión diferente de Chulilla y su castillo, que nace de la propio pared vertical. En ella, se aprecian algunos escaladores. Vamos avanzando y la senda se va estrechando. En los cortados hay curiosas formaciones rocosas.
Desde el camino empieza a asomar "La Cueva del Gollisno". Unos metros hacia adelante, se ve mejor. Encima de esta cueva se aprecia el barranco que lleva a "La Cueva del Tesoro".
Llegamos a una primera pasarela. Tras cruzar, encontramos desvíos a zonas de escalada como la de el "Muro d'Enfrente". Una nueva pasarela nos acerca al remanso de "La Peña de la Judía". Pasamos otro puente de madera y el cañón, aún amplio, comienza a estrecharse. Enfrente de nosotros, queda uno de los miradores de la ruta de los Puentes Colgantes. A la derecha, se observa el camino de vuelta.
De nuevo cruzamos, el río. Esta última pasarela nos deja ya muy cerca del Charco Azul. Pero antes de llegar, pasamos por una curiosa puerta de piedra. Finalmente, llegamos al Charco Azul. Las cañas están muy crecidas y es difícil asomarse. En la pared de la derecha se ve una estructura colgante, ahora vallada. Esta pasarela de madera conducía hasta "El Estrecho", donde hay una pequeña presa. Pero ya no se puede pasar.
El regreso se puede hacer por el mismo camino. Para hacer la ruta circular nos desvíamos cerca del Charco Azul. Cruzamos unas piedras y nos dirigimos hacia las obras hidráulicas. Estas instalaciones conducen el agua del Turia hasta la central hidroélectrica a 4 kilómetros de Chulilla.
Una vez pasada la caseta de las instalaciones hidráulicas, volvemos al sendero escalonado. De ahí, vamos todo el rato de subida. Tenemos otras vistas del cañón, con sus zonas de escalada. Pronto tenemos a la vista Chulilla. El camino va acercándose a las huertas del sur de la población y finalmente sube hacia el punto de inicio.