Una ruta variada con vistas a la playa de Cullera
La ruta por la Montaña de Cullera es un recorrido paisajístico e histórico. La Senda de la Lloma nos muestra la Albufera, las playas de Cullera, la desembocadura del Júcar y la Marjal. Por otra parte, nos acerca al yacimiento paleolítico del Volcán, al fuerte isabelino l'Alt del Fort y al Castillo-Santuario de Cullera
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La ciudad de Cullera destaca por sus playas. Esta población costera de la comarca de La Ribera Baixa (Valencia) se situa en una extensa llanura. Sólo destaca el relieve de la Montaña de Cullera. Conocida como la Sierra del Oro. Esta loma apenas sobrepasa los 200 metros de altura. Sobre ella transcurre parte de la ruta PR-CV 336. Conocida como la Senda de la Lloma de Cullera.
Esta ruta es popular entre los itinerarios de Cullera. Una buena opción para hacer senderismo en la provincia de Valencia. Eso sí, evitando los días más calurosos. Ya que no hay sombra en el camino. Se visitan varios puntos de interés. Por ejemplo:
- las dunas de la Playa del Dosel
- el Faro de Cullera
- el radar meteorológico sobre la montaña
- las ruinas del Alt del Fort y su muralla isabelina, erigidos durante las Guerras Carlistas
- el Castillo de Cullera y el Santuario
- las estaciones del Via Crucis por el Camino del Calvario
Además, podremos disfrutar de vistas espectaculares. La Albufera, la desembocadura del Júcar y las preciosas playas de Cullera. Entre las más populares la Playa de San Antonio con su fina arena.

Calentando en asfalto hasta el Faro
Dejamos el coche en el aparcamiento enfrente del Cementerio y los Bomberos de Cullera. Cruzamos por el paso de peatones y nos dirigimos hacia el norte. Unos metros delante encontramos el panel informativo. Este es punto de inicio y llegada para nuestra ruta circular.
Comenzamos en dirección a la Urbanización Bonavista. Desde ahí, se ve el parque acuático Aquopolis. El recorrido está bien señalizado en farolas y muros con los colores blanco y amarillo del PR. Apenas tiene desnivel positivo. Al ser en asfalto, nos resulta un calentamiento sencillo.
Llegamos a una rotonda y tomamos en ascenso el Camino del Segundo Collado. Debemos caminar con precaución. Aunque hay poco tráfico rodado, los arcenes son pequeños. Estamos en los límites del Parque Natural de la Albufera. Estos carrizales están bastante secos. Pasamos el Club de Tenis de Cullera. Un poco más adelante, pasamos también el desvío a El Cabeçol. A nuestra derecha, se ve la Bassa de Sant Llorenç.


Más adelante, llegamos a un cruce de caminos. Torcemos a la derecha y cruzamos la carretera. Es bastante transitada, así que extremamos la precaución. Una vez cruzada la carretera, nos adentramos en un camino agrícola. Vamos hacia la Playa del Dosel entre naranjos y el aroma del azahar. Ahí se encuentra el cordón dunar más antiguo de la Albufera.


Cruzamos una zona residencial en dirección sur. Enseguida estamos en el paseo marítimo que conduce al Cabo del Faro de Cullera. Una vez llegados al Faro, cruzamos enfrente donde siguen las indicaciones del camino. Empezamos a remontar en dirección oeste. ¡Nos vamos acercarnos a la montaña de Cullera!



Rodeando la montaña de Cullera
La primera gran subida se encuentra en una escalinata. Esta nos conduce a la urbanización del Faro del Mediterráneo. En las inmediaciones se encuentra la cueva del Volcán del Faro de Cullera. Aquí hay un yacimiento del Paleolítico de la Comunidad Valenciana. Está abandonado y en malas condiciones.

A partir de aquí abandonamos el asfalto. Seguimos las indicaciones del PR-CV 336. Por fin, empezamos a recorrer la loma que nos lleva directos a la cima de la montaña de Cullera. Fijamos la vista en nuestra próxima parada: "La Bola de Cullera". Así es como se conoce al globo meteorológico que está en el punto más alto. A unos 230 metros. De vez en cuando echamos un vistazo alrededor. Las calas de Cullera son una maravilla.



Una vez en el radar, podemos ir por senda o por un tramo asfaltado. Este se une a la senda justo encima de las letras de Cullera. Estamos ya casi llegando al Alt del Fort. Se trata de los restos de un fortín isabelino. Este protegía la entrada norte de la ciudad cerrando el paso desde la montaña al río.

Comenzamos a descender hacia el Castillo de Cullera por una senda boscosa. Antes de llegar, tenemos unas vistas espectaculares. Por una parte, el castillo con el santurario y la desembocadura del río Júcar. Al fondo, los arrozales de la Marjal y L'Estany. Una vez en la fortaleza, tenemos bancos para comer a la sombra.


Después de visitar el entorno, empredemos el retorno. Bajamos por el Camino del Calvario visitando las estaciones del Via Crucis. Estamos atentos, ya que antes de llegar a la población un poste nos desvía por la montaña. La mayor parte del camino se realiza en paralelo a las barandas de contención de riesgos geológicos. Llegamos al cementerio por su parte trasera. De ahí, enseguida estamos de nuevo en el aparcamiento.


